Cómo contar cuentos al estilo Nika Canika: reflexiones sobre principios y finales

"Erase una vez..." ¿Cuándo comienzan las historias?

Fuente: http://robinheyden.wordpress.com
Todos somos narradores, el ser humano lo es porque narra y se narra, la cultura nace de la transmisión de conocimientos y esta requiere de la narración, por el sistema que sea. Y todos, en tanto que narradores, descubrimos tarde o temprano que comenzar a contar un asunto (ya sea un chiste, una anécdota, un cuento o una lección de matemáticas) a menudo no es tarea fácil. Con frecuencia aparecen barreras de diferente tipo que nos impiden llegar a nuestro "público".


La atención

De entre estas posibles barreras existe una que resulta clave : la falta de atención. Si no contamos con la atención del otro, difícilmente vamos a conseguir llevar adelante nuestro propósito de contar. Por eso en la vida diaria no se nos ocurre empezar a contarle a nadie si previamente no nos parece que nos atiende: "Escucha...",  "Mira lo que me ha pasado...", "Pero... ¡quieres atenderme!"

Y sin embargo... Todavía hay quien se pone delante de un grupo y se lanza a explicar. Una lección, una actividad, un juego, un cuento (como dicen en Cataluña, donde los cuentos no se cuentan, se "explican" :-)

Como narradora, profesora, monitora, formadora (cuantas "oras") y madre se que actividades, explicaciones, lecciones, chistes... comparten con las narraciones en sentido estricto la necesidad de una estructura de apertura-desarrollo-cierre (vale también expresarlo así: planteamiento-nudo-desenlace).

Principios

Entonces... ¿cuándo comienzan las historias? Comienzan cuando buscamos -y logramos- la atención de nuestros oyentes. Para ello habremos resuelto primero las dificultades técnicas (os tengo aquí y ahora con el grado de visibilidad y sonoridad adecuados, el espacio preparado, los recursos disponibles... ya hablaremos de este asunto otro día) y nos curraremos la atención.

A veces es muy sencillo. Por la razón que sea, ya tenemos la atención de la gente. Otras veces es muy complejo. Algunos tips para los comienzos:

Rápido y efectivo: pedir atención: "¡Atención, atención! ¡Va a comenzar el cuentacuentos/los juegos de agua/la charla de las vacunas/el...!"

Algo más discreto: crear intriga. Cuando cuento para niños me ayuda (como ya comenté en otro post) mi personaje de Nika Canika. Pero no sólo porque se vista algo distinto, es más "cuestión de actitud". Me asomo. Me paseo. Me dejo ver "discretamente". Les pregunto cosas en un cuchicheo... en definitiva, creo esa cierta intriga. Por eso prefiero que los bibliotecarios o los profes no me presenten: ya lo haré yo.

Los objetos ayudan: una caja de contenido incierto, una maleta, un sombrero de mago, un bolsillo misterioso... ¿Qué habrá dentro? Los humanos somos curiosos y nos gustan las sorpresas. Presenta al principio de la clase/charla/encuentro con tu vecino un sobre, un acertijo... "¿sabes que es esto?", "¡no veas lo que me ha pasado!".

Como siempre, las herramientas clave: la mirada, la voz, la presencia. No es lo mismo recostarme en un cómodo sofá y que mi voz surja blanda, acolchada, de las profundidades de este, que sentarme casi al borde de la silla, algo echada hacia delante, las manos prestas a expresar y mirando a los ojos a todos y cada uno de los que me escuchan. No es lo mismo apoyarme en la pared lánguidamente, cruzar los brazos y mirar al infinito que plantarme sólidamente sobre mis dos pies, bien situada en el espacio de que dispongo, brazos relajados y mirada inquisitiva. Para conseguir atención primero yo debo estar atenta.

En cualquier caso, los principios son importantes. Marcar el inicio de una actividad crea sensación de estar comenzando algo. Todos juntos.

Y finales

Fuente: http://www.ishmaelscorner.com
Tan importantes como los principios pero a menudo los grandes olvidados son los finales. Todo cuentero lo sabe: si se te cae el final de la historia, parece como si todo el cuento quedara como descolorido, el público queda desconcertado: "¿se acabó o no?". 

Aprender a cerrar bien una historia es clave para el narrador. Pero igualmente clave lo es para cualquier otro perfil comunicador. Cuántas veces no habremos participado en una actividad de ocio y tiempo libre en la que, tras un día magnífico, no hay un cierre adecuado y cada cual se marcha por su lado como si no llevara todo el día hermanado con los otros participantes. Cuántas veces el timbre que señala el final de la clase lanza a nuestros alumnos en desbandada y nos deja con la palabra en la boca y una cierta sensación de orfandad. Los finales son importantes y como tales deben ser tratados y preparados. Reservarles un tiempo, establecer cómo lo vamos a hacer, qué vamos a decir... Cerrar la acción comenzada.

En los cuentos infantiles, cerrar el cuento es más o menos sencillo: "Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado". Aunque el libro no lo diga, yo lo añado. Y señalo así el momento para que los padres y profes aplaudan (los niños, motu propio, no aplauden: tú no has hecho nada excepcional).

Con adultos se puede usar ésta (en ciertos cuentos) u otras fórmulas o aprovechar el lenguaje corporal. En escena yo suelo usar el imprescindible tono descendente que marca que se trata de un final, a veces lanzo el cuento con un ligero movimiento de mi mano derecha y si aun así no lo pillan hago una ligera inclinación de cabeza.

Impartiendo clase, dinamizando una actividad, dando una conferencia... el cierre afectivo de la sesión puede hacerse de muchos modos. ¿Recordáis el "tengan cuidado ahí fuera" de Canción triste de Hill Street? ¿O el "Buenas noches y buena suerte"? Cosas tan sencillas como un eslogan, una canción, tirar un cohete imaginario, recoger las conclusiones del evento y agradecer la asistencia... No dejes que la gente se marche con la sensación de que falta algo; ¿acaso no decimos "buenas noches" a nuestra pareja? ¿no nos despedimos antes de colgar el teléfono? En definitiva: cierra la actividad de modo que tus oyentes/público/alumnos/... sientan que te despides de ellos como de personas que te importan.

Lector, lectora: ¿Qué opinas? ¿Tienes algún modo de abrir o cerrar que te apetezca compartir?



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